sábado, 27 de enero de 2018

Amá cada obstáculo

Hoy mi práctica la dispara el poema de Alison Luterman.
y estas palabras de Laurie Wagner:

Write from where you are: Don t think about what others might want to hear. Think about what s moving through you. What s actually moving through you now.

Escribí desde donde estás: No pienses en lo que otros querrían escuchar. Fijate qué se está moviendo en vos, lo que realmente se está moviendo en vos.

If you reject where you are because it’s not where you want to be, and you want to write about something cheerier, more acceptable to others, good luck. It’ll be exactly like plastering a smile on your face – the kind of smile that looks like you’re about to burst into tears. It’ll read stiffly, the reader will smell a rat. If you pretend that what’s moving through you is not important or makes you look stupid, if you believe that there is a better you that is more writerly and more lovable, you will miss the dark, rich dripping juice of now. You will also miss connecting with other people because that same rich juice flows through them

Si rechazás donde estás porque no es donde querés estar, y querés escribir acerca de algo más punchi, más alegre, más ¨aceptable¨ a los ojos de los demás, buena suerte. Será exactamente como plantar una sonrisa de plástico en tu cara, esa clase de sonrisa que hace pensar que en cualquier momento vas a romper en llanto. El lector va a oler a rata. Si querés hacer como que lo que se está moviendo en vos no es importante o te hace parecer estúpido, si crées que hay un vos mismo ¨mejor¨, más querible, te perderás el oscuro y rico jugo del momento presente. Y también te perderás la oportunidad de conectar verdaderamente con otros porque ese rico jugo también corre por sus venas. 


Because Even The Word Obstacle Is An Obstacle
Try to love everything that gets in your way:
The Chinese women in flowered bathing caps
murmuring together in Mandarin and doing leg exercises in your lane
while you execute thirty-six furious laps,
one for every item on your to-do list.
The heavy-bellied man who goes thrashing through the water
like a horse with a harpoon stuck in its side and
whose breathless tsunamis rock you from your course.
Teachers all. Learn to be small
and swim past obstacles like a minnow,
without grudges or memory. Dart
toward your goal, sperm to egg. Thinking, Obstacle,
is another obstacle. Try to love the teenage girl
lounging against the ladder, showing off her new tattoo:
Cette vie est la mienne, This life is mine,
in thick blue-black letters on her ivory instep.
Be glad she’ll have that to look at the rest of her life, and
keep going. Swim by an uncle
in the lane next to yours who is teaching his nephew
how to hold his breath underwater,
even though kids aren’t supposed
to be in the pool at this hour. Someday,
years from now, this boy
who is kicking and flailing in the exact place
you want to touch and turn
may be a young man at a wedding on a boat,
raising his champagne glass in a toast
when a huge wave hits, washing everyone overboard.
He’ll come up coughing and spitting like he is now,
but he’ll come up like a cork,
alive. So your moment
of impatience must bow in service to the larger story,
because if something is in your way, it is
going your way, the way
of all beings: toward darkness, toward light.
Ella trató de amar cada situación que se puso en su camino, para que nada se convirtieran en obstáculo verdadero.
Quizo pensar que no tener un changuito para caminar las tres cuadras que separaban el super de su casa con esas seis bolsas cargadas, podían ser el equivalente a una caminata corta por la montaña...
Quizo amar cada pila de ropa para lavar que descubrió arrumbada en ese lavadero abandonado hace tantos dias, cada oleada de olor a cigarrillo que salía de ese baño donde seguramente se encerró tantas noches a fumar sus angustias y sus desvaríos...
Quizo amar los días en que las horas debían encajarse como piezas exactas de un rompecabezas, y eso le implicaba estar alli bien tempranito, irse tarde....
Quizo amar y amó el dia en que con su cuñada y su sobrina se convirtieron en la brigada de orden y limpieza y avanzaron juntas lo que ella sola jamás hubiera podido en una tarde...
Quizo amar el mate tomado tempranito, más temprano de lo que le hubiera gustado, en el silencio y la penumbra de ese living, mientras esperaba, ese sábado.
Quizo amar y amó cada emergencia, cada corrida, cada conversación difícil, cada gesto de dolor recordado en el insomnio de las noches, cada llanto.
Quizo amar las vacaciones canceladas, el calor en Buenos Aires, las fortunas gastadas en estacionamiento en frente de su casa.
Quizo amar las horas invertidas preparando los remedios, ordenando la cocina, cambiando las sábanas, cada No dicho a sus amigas; ¨hoy no puedo, hoy no llego¨
Quizo amar aquella mañana en la que por pichulear estacionó en la calle y la grúa se llevó su auto y entonces un taxista viejito le regaló estas palabras: ¨Señora no se amargue, tiene solución... lo único que no tiene solución es la muerte..¨
Quizo amar cada noche de hospital, cada día largo, cada amanecer con pena.
Quizo amarlos y los amó, porque sucedían y eran inevitables. Quizo amarlos porque no amarlos los hubiera convertido sin remedio en obstáculos y ella prefería verlos como una parte insalteable y necesaria del camino. Ese que habia decidido firmemente transitar, ese que intía era el rumbo más sabio.
El camino de no pelearse con la vida, de dejarla ser a sus anchas, y aunque duela, de verla no con lentes de enemigos, luchas, persecuciones, sino de sentidos ocultos, destinos, amor, misterio.

miércoles, 24 de enero de 2018

Donde se esconden los poemas

Hoy la práctica de escritura la dispara el poema de Naomi Shihab Nye que copio abajo. Es en honor a la poesía que se esconde en situaciones ínfimas y cotidianas.
Miro mi vida y la encuentro. Capaz vos querés mirar la tuya a ver en qué detalles se esconde. 


Te voy a contar un secreto...
Los poemas se esconden en tu vida y donde menos los esperás, si estás mínimamente atento, 
se te aparecen..., como esos pajaritos chiquitos que se acercaron la otra mañana a mi mesa, y sin pedir mucho permiso, se ¨convidaron¨ mi tostado, cumpliendo, sin saberlo, el deseo de mamá de que tuviera buena compañia mientras tomaba mi café y ella dormía.
Los poemas se esconden también en un marido que duerme al lado mío en la cama y me enternece tapándose hasta las orejas, como un chiquito, cuando en mitad de la noche, empieza a soplar vientito y la ventana que dejé abierta deja pasar el fresco que se viene....
Se esconden en la lámpara de papel que él rescató de su placard, recordando que la hizo con sus propias manos el verano pasado con el papel que envolvia los panqueques que ella compró cuando fuimos a visitarla. Se esconden en esa foto que le sacaste a la lámpara encendida en esa noche en medio del jardín a oscuras, y que al verla a la mañana te trajo el tarareo de esa canción de antaño... ¨hay que encender una luz por pequeña que sea....lalala¨
Los poemas se esconden, y a veces por varios días no aparecen....y te parece que te falta el aire...y que lo único que hacés es pensar en horarios de remedios, dosis, sondas, médicos...y de repente, mientras su amiga más viejita la visita, se apersona uno nuevo, cuando aún conociéndote de toda la vida te dice: ¨No te reconocí, no sabía que eras su hija....sos tan parecida a su ex marido...¨ Claro, le decís, es que también soy hija de él...y en esos dos renglones ves brillar la luz de un poema risueño que te toma de la mano y te ayuda a atravesar ese rato...
Los poemas se esconden, pero están ahi nomás, como chiquitos que jugando a las escondidas, se tapan los ojos y creen que nadie los ve.
Se esconden en una bolsa de papel con una ensalada, un pedacito de torta, un agua, que tu hijo y su novia te acercan a la entrada en una noche larga.
Ahi nomás, en un mensaje de whatsap de una amiga que te dice: ¨estoy en el subte, pasando cerca del hospital, si estás, me bajo y te doy un abrazo¨, y aunque no podés desatender todo el tramiterío que te toca hacer esa mañana, sentís el arrope de esos brazos, y el cariño que te envuelve...oh, poesía que vino en subte a visitarte...
Los poemas se esconden todo el tiempo en el whatsap, ellos si que saben aprovechar los avances de la tecnología...se aparecen en forma de mensajes cariñosos de amigas que te ofrecen unos mates, acompañarte a comer algo, o palabras cariñosas que te recuerdan que el tiempo es sabio, y que estamos todos en el mismo barco....
Los poemas se esconden, si, pero no demasiado,
están ahi, siempre a la mano, para ayudarte a cruzar cualquier charco...




Valentine for Ernest Mann

You can’t order a poem like you order a taco.
Walk up to the counter, say, “I’ll take two”
and expect it to be handed back to you
on a shiny plate.
Still, I like your spirit.
Anyone who says, “Here’s my address,
write me a poem,” deserves something in reply.
So I’ll tell a secret instead:
poems hide. In the bottoms of our shoes,
they are sleeping. They are the shadows
drifting across our ceilings the moment 
before we wake up. What we have to do
is live in a way that lets us find them.
Once I knew a man who gave his wife
two skunks for a valentine.
He couldn’t understand why she was crying.
“I thought they had such beautiful eyes.”
And he was serious. He was a serious man
who lived in a serious way. Nothing was ugly
just because the world said so. He really
liked those skunks. So, he re-invented them
as valentines and they became beautiful.
At least, to him. And the poems that had been hiding
in the eyes of skunks for centuries 
crawled out and curled up at his feet.
Maybe if we re-invent whatever our lives give us
we find poems. Check your garage, the off sock
in your drawer, the person you almost like, but not quite.
And let me know.

sábado, 13 de enero de 2018

No podes tener todo


Les comparto un ejercicio de escritura inspirado en el poema 
You can´t have it all, de Barbara Ras
Palabras que me digo en este sábado a la tarde


No podés tener todo...pero podés tener este rato de silencio, en esta tarde.
No podés tener la vida para siempre ( si, vamos de lleno a lo importante),
tenés este instante eterno, y el misterio ante el que postrarte.
La luz a veces tenue de la vida mientras todavía es vida
y te da el privilegio de contemplarla.
No podés frenar el tiempo, porque pasa, sin hacerte el menor caso,
pero podés aprovechar cada minuto, y dar gracias.
No podés saber qué te espera en el futuro (hagas lo que hagas para prefigurarlo),
pero podés reconocer en cada movimiento, en cada vientito, en cada paso de baile,
el gran regalo
y podés cada vez, sin saltearte ninguna
celebrar el milagro.
No podés acordarte de todo, si evocar algunos detalles,
y dejar, sin hundirte en la nostalgia, que el aroma de tesoros pasados
se desparrame un ratito por tu aire.
No podés saber el futuro ( ya te lo dije?),
pero podés vivir mirando adelante, dando un paso a la vez, enterándote.
No podés hacer distinto aquello en lo que alguna vez pifiaste,
lo que podés hacer es por fin, perdonarte.
No podés evitar la tristeza,
podés con inmensa gentileza, acunarte.
No podés tener todo, si podés ser dueña y señora de cada instante,
estar despierta, conmoverte, anonadarte.
No podés evitar ciertos pasajes
podés acompañarlos, acompañarte.
No podés muchas cosas, pero me parece que hoy eso no te pesa tanto
porque sabés que lo que pudiste y podés es bastante.
No podés vivir para siempre, 
pero como dice Bukowsky
podés ¨estar completamente viva
en cada momento
a pesar de lo inevitable¨