martes, 22 de diciembre de 2015

Adviento

Y cada tanto, lo dificil
es ser ese amor
que se deja llevar un poco
( o bastante)
y anda sonriendo por ahi.
Lo difícil es 
abrazar,  y ser amable,
tener tiempo ( y que no importe
lo que digan),
tiempo para una amiga,
tiempo para pasear 
tiempo para escuchar,
tiempo para estar sola
nada, nada.
Y tanto.
Cada tanto, lo dificil es dejar
ese caos tormentoso
al que tanto nos aclimatamos
familiar, amigo, conocido,
(¿cómodo? )
Y ser otros.
Ser estos, amorosos
contentos, livianos,
con tiempo.


Hace ya varios años que no participo de los rituales de ninguna religión ¨organizada¨ pero el tiempo que en la religión católica se llama tiempo de adviento, coincide con mi necesidad ( que aprendí a oír) de no hundirme en el ruido de fin de año, y con mi intención de detenerme para abrirme a escuchar.
Coincide con ese tiempo entre tiempos en el que todo mi ser empieza a sentir el llamado de la tierra y el recogimiento. Por eso, hace varios años, entre noviembre y diciembre, antes de las fiestas, intento tomarme unos días para estar sola. Detenerme, retirarme, adentrarme, ahondar.
Haber descubierto que no soy indispensable ayuda en la retirada. Tanto como la certeza ( adquirida desandando algunos caminos y aprendizajes tempranos) de que si es algo que me hace bien, redituará tarde o temprano en bien de los que me quieren y quiero.

Adentrarse en el espíritu de adviento, para algunos, como para mi, puede ser la cuota anticipada y necesaria de quietud y silencio que nos salva del loquero de la Navidad y sus ruidosos alrededores.
A la vez que una manera de honrar la espera, el espacio entre medio, el mientras tanto; como algo sagrado en si mismo.
Como parte importante ( imprescindible) del camino.
Un espacio para la escucha quieta, atenta, en medio del torbellino navideño y findeañero.
Un tiempo en el que crecemos de una manera quizás imperceptible, pero privilegiada, como crecen las plantitas en la oscuridad y el silencio de la tierra antes de salir a la luz.

Por eso, una vez más, aproveché este tiempo de Adviento para retirarme a escuchar, a dejar estar lo que está, a dejar levar, a celebrar tanto recibido, y a vislumbrar inspiración para lo que vendrá.

¡Creo que estoy lista para encarar la Navidad!

Como dice mi amigo Jeff Foster
La luz está encendida
en cada momento, y en cada corazón
( será cuestión de enterarse!)

¡Feliz Navidad!

Flor


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