sábado, 21 de diciembre de 2013

Si

La última vez que lo fuí a ver ya no podía hablar, asique hablé yo... Le hablé de la efectividad de algunos ejercicios suyos en mi taller, como esa consigna que dice: ¨por suerte, el viaje era muy largo¨ 
... hoy algo de él va conmigo, en el envión del castellano, en la manera de sacarle jugo verbal a lo estático y lo sucedido, la manera de rodear la experiencia hasta hacerla decir cómo fué, qué pasó, cómo era estar ahi en ese instante y metido en la totalidad.
Pedro Mairal, Buscar la poesía



Pensando en la vida, podría decir que por suerte, el viaje está siendo bastante largo, suficientemente largo. Sin ser interminable ni infinito, da tiempo para algunos cambios de rumbo.
Virajes necesarios porque no somos los mismos año a año. Porque lo que tuvo sentido unos años dejó de tenerlo con el tiempo. Porque se van vislumbrando nuevos nortes, desafíos, posibilidades, nuevos quereres. Que piden animarse, arriesgar, intentar, jugarse.
La sangre pide seguir circulando, oxigenar nuevos destinos. Pide movimiento, que es vida y salud. Movimiento nuevo que trae su vértigo, ese que se siente cuando el piso se mueve, y las antiguas referencias quedan atrás.

Cada tanto, en este viaje, viene un tiempo de recibir lo nuevo que va llegando, sin apurar, pero sin tampoco retrasar. Cada cosa a su tiempo, resisitiéndose lo menos posible.
No sin miedo. Si a pesar del miedo, con él de compañero y también con la confianza en los recursos, los bagajes y los aprendizajes ya hechos.

Si entonces a los cambios de rumbo que este viaje proponga. Si a recibir lo nuevo. Si a vivir plenamente la maravillosa aventura de la vida.

Vivimos en un mundo maravilloso repleto de belleza, encanto y aventura. No hay límite para las aventuras que podemos emprender si solo las buscamos y vemos con los ojos bien abiertos.
~ Jawaharlal Nehru

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