miércoles, 3 de julio de 2013

Puentes


Cada tanto, ante la lectura de alguno de mis posts, al ver tristezas, broncas, u otros estados que se filtraban como lluvia por una ventana entornada, algunos amigos se han preocupado, y me han escrito haciéndomelo saber.
Además de agradecerles su escucha/lectura atenta y amorosa para conmigo, me dieron ganas de contar en un post, que lo que escribo en el blog tiene mucho que ver conmigo, por supuesto, y con lo que voy viviendo; y a la vez, no es exactamente todo lo que hay, ni en forma ni en contenido.
Muchas veces, alguna experiencia personal, algo que leo, me dispara una emoción, un pensamiento, una reflexión, y sobre eso me apoyo para largarme a escribir y avanzar más alla.
Escribiendo voy encontrando las formas, esas que calman, acompañan, clarifican, descubren, comunican.
Por más que el blog se alimenta de mi y de mi vida,  no es mi diario íntimo.
Cada post intenta ser una pequeña historia, que bebe del manantial de mi mundo interno, de lo que hago, de lo que leo, de lo que veo, de lo que toco y huelo. Cada pequeño texto está hecho de palabras que se van hilando, adquiriendo a veces forma y destino inesperado, hasta para mi.
Se que no escribo ficción ( ¡todavía, guarda!), pero tampoco lo que escribo son ¨confesiones¨ ni intentan serlo.

Hace poco encontré un artículo de Dani Shapiro, titulado On Memoir, que hace la diferenciación entre escribir autobiografía y lo que los americanos llaman escribir ¨Memoir¨. Me gustó,  ¨me encontré¨ de alguna manera, y pensé que si mis posts tuvieran que identificarse con alguna familia, creo que estarían entre la parentela de las ¨memoirs¨ de las que ella habla.
Dice: ¨las memorias son historias que se cuentan, excavando muy cerca de los recuerdos, pero no dejan todo a la vista. Parte del arte de escribir ¨memorias¨, es poder ver y reconocer esas historias (dentro de la historia). La vida es desordenada. El arte trata de darle algo de forma a ese caos.
Los que escribimos este tipo de textos, no lo hacemos porque seamos exhibicionistas, ni porque creamos ser tan importantes como para que la gente quiera saber los detalles de nuestra vida. No. Tomamos esos detalles y los alineamos, asombrados, sorprendidos, casi como lo estaría un niño, construyendo una torre con sus bloques. Intentamos encontrar sentidos, estirar nuestras manos hacia los lectores a través de un áspero y solitario oceáno, para ofrecer algo que tenga forma, integridad, y hasta belleza¨.

Algo de eso intento al compartir lo que escribo. Hablo de mi mundo, pero también de otros que no son exactamente el mío. Y si eso sirve de puente para que nos encontremos, cuánto más ricos los mundos, el de ustedes y el mío.


Acá el artículo para los que les interese:
http://danishapiro.com/2013/04/on-memoir/




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